En la actualidad, el aprendizaje de idiomas se ha convertido en un requisito fundamental para el desarrollo personal, académico y profesional de los individuos. Y, aunque es cierto que aprender una nueva lengua en cualquier momento de la vida es posible, no hay duda de que la infancia es la etapa más propicia para adquirir habilidades lingüísticas de manera natural y efectiva. 

El aprendizaje de idiomas en la infancia no solo garantiza una mayor capacidad de comunicación con personas de diferentes culturas y nacionalidades, sino que también potencia el desarrollo cognitivo de los niños. Además, estudios científicos han demostrado que aprender un segundo idioma desde temprana edad estimula el cerebro y mejora las habilidades del pensamiento crítico, la memoria y la resolución de problemas. 

Entonces, ¿a qué edad es mejor aprender idiomas? ¡Te lo contamos! 

¿Cuál es la mejor edad para aprender idiomas? 

Es cierto que no existe una edad “perfecta” para aprender idiomas, ya que cada persona tiene su propio ritmo de aprendizaje. Sin embargo, siempre se ha demostrado que la infancia temprana es la mejor etapa para adquirir nuevas lenguas de manera más natural y fluida. 

Esto es debido a que, durante los primeros años de vida, los niños tienen una mayor capacidad para imitar sonidos y patrones lingüísticos. Además, su cerebro todavía está en pleno desarrollo, lo que les permite absorber información de manera más eficiente. 

Aprendiendo un nuevo idioma en la infancia, los niños pueden adquirir una pronunciación más auténtica y una comprensión más profunda de la gramática y vocabulario. Es más, varios estudios, a lo largo de los años, han demostrado que la mejor edad para aprender un idioma es antes de los 10 años, ya que les resulta mucho más fácil asimilar un segundo idioma.  

Ventajas de aprender idiomas en la infancia 

Ventajas de aprender idiomas en la infancia 

Aprender idiomas en la infancia tiene numerosas ventajas que benefician a los niños a lo largo de su vida. Aquí te presentamos algunas de ellas:  

1. Mayor capacidad de aprendizaje 

Los niños tienen una capacidad innata para adquirir conocimientos y habilidades nuevas. Esta capacidad les permite asimilar de forma más rápida y natural las estructuras gramaticales, vocabulario y pronunciación de diferentes lenguas.  

Los niños tienen una capacidad innata para adquirir conocimientos y habilidades nuevas. 

Aprender idiomas en la infancia aprovecha esta habilidad y les permite asimilar de forma más rápida y natural las estructuras gramaticales, vocabulario y pronunciación de diferentes lenguas. 

2. Desarrollo de habilidades cognitivas 

Aprender un segundo idioma en la infancia mejora las habilidades cognitivas de los niños, ya que desarrollan habilidades como la memoria, el razonamiento lógico, la resolución de problemas y la creatividad. Además, se ha comprobado que los niños bilingües tienen un mayor rendimiento académico en áreas como las matemáticas y la ciencia.   

3. Aprenden de una manera más divertida y diferente 

Los niños no se sienten cohibidos ni tienen tanta vergüenza como los adultos, por lo que, para ellos, aprender idiomas es una experiencia divertida. Por eso, se lanzan a hablar y cantar sin restricciones. No les importa cometer errores o no hacerlo del todo bien, y esto es clave para aprender de una manera diferente y alternativa.  

4. Ampliación de oportunidades laborales 

El mundo laboral cada vez está más globalizado y dominar varios idiomas es una habilidad muy valiosa. Aprender idiomas desde pequeños ofrece una ventaja competitiva en el futuro, ya que podrán comunicarse con personas alrededor del mundo y acceder a un mayor número de oportunidades laborales. 

5. Desarrollo de habilidades sociales 

Por otro lado, también fomenta el desarrollo de habilidades sociales. Los niños que son capaces de comunicarse en diferentes idiomas tienen una mayor facilidad para establecer nuevas amistades, interactuar con personas de diferentes culturas y adaptarse a distintos entornos sociales.  

6. Estimulación del cerebro 

Está comprobado que aprender idiomas estimula el cerebro y mejora su funcionamiento. El aprendizaje de una nueva lengua activa las áreas cerebrales relacionadas con el lenguaje, la memoria y la atención, lo que a su vez favorece el desarrollo cognitivo general de los niños.  

7. Incentiva un mejor desempeño académico 

Es evidente que aprender idiomas tiene un impacto positivo en el rendimiento y desarrollo del niño en otras materias escolares y áreas importantes. 

Por lo tanto, educar y nutrir la mente de los niños los convierte en estudiantes más destacados en general. Es una manera de enseñarles disciplina y nuevas formas de estudio que les serán útiles en el futuro. 

¡Invertir en el aprendizaje de idiomas desde temprana edad es una decisión que beneficia a los niños a largo plazo

Cómo motivar a un niño para aprender inglés

Cómo motivar a un niño para aprender inglés

Aprender inglés es una habilidad muy valiosa en el mundo actual y cuanto antes un niño comience a aprenderlo, mejor será su dominio en el futuro. 

Muchos niños pueden mostrar resistencia o falta de interés a la hora de estudiar idiomas. Por eso, es crucial encontrar diferentes estrategias para motivarlos y hacer que el aprendizaje del inglés sea divertido y emocionante. 

Aprovechamos para dejarte algunos consejos de motivación que puedes aplicar en casa en el día a día:  

  • Crea un entorno de inmersión en inglés, o el idioma que vayan a aprender. Coloca pósteres con vocabulario en la habitación de tu hijo. También ponle videos, películas, música, libros y juegos en inglés, o incluso puedes etiquetar los objetos de casa con tarjetas en este idioma. 
  • Utiliza actividades divertidas como el juego “Simon says”, realiza actividades de pintura o manualidades con instrucciones en inglés, o utiliza aplicaciones de móviles educativas que combinen juego y aprendizaje. 
  • Valora su esfuerzo estableciendo metas y recompensas cada vez que tu hijo alcance una meta en su aprendizaje del idioma, prémiale con algo especial. Esto ayudará a mantenerlo motivado. 
  • Intenta que se comunique en inglés con otros niños. 
  • Implícate en su aprendizaje, ya que se sentirá apoyado y disfrutará más del aprendizaje. 

Motivar a un niño a aprender inglés no tiene por qué ser una tarea difícil. Solo hay que ser paciente y mantener un enfoque positivo durante el proceso de aprendizaje, alentando y elogiando su esfuerzo. 

¡Con una combinación de diversión y motivación, tu hijo estará en el camino correcto para adquirir habilidades en inglés de manera efectiva!